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La energía solar en la azotea implica instalar paneles solares en el techo de un edificio residencial o comercial. Los paneles solares se pueden montar en techos planos y lanzados utilizando sistemas de estanterías. El cielo abierto de arriba hace que el techo sea una ubicación ideal para la instalación del panel solar, maximizando la exposición a la luz solar.
Eficiencia del espacio: las instalaciones de la azotea maximizan el espacio disponible sin ocupar ningún área de tierra.
Problemas de sombreado reducido: los techos generalmente evitan el sombreado de edificios o árboles cercanos, lo que ayuda a optimizar el rendimiento de los paneles solares.
Seguridad: la instalación de paneles solares en el techo puede evitar el acceso no deseado y salvaguardar los paneles del robo o el vandalismo.
Costos de instalación más bajos: los sistemas de la azotea son generalmente menos costosos y menos intensivos en mano de obra que sistemas montados en el suelo.
Licencias simplificadas: el proceso para obtener permisos e instalar la energía solar en la azotea tiende a ser más rápido y más fácil.
Protección del techo: los paneles solares también pueden actuar como un escudo para su techo, ofreciendo protección contra la lluvia, la nieve, el viento y los rayos UV.
Riesgo de daños al techo: los agujeros de perforación para asegurar los soportes del panel solar pueden dañar el techo, lo que puede causar fugas.
Desafíos de mantenimiento: las reparaciones de techos o la reactivación pueden requerir la eliminación y la reinstalación de los paneles solares.
Limitaciones estructurales: los techos más antiguos o estructuralmente más débiles pueden requerir refuerzo adicional para soportar el peso adicional de los paneles solares.
Ángulo de inclinación fijo: los paneles montados en el techo generalmente tienen una inclinación fija, lo que dificulta ajustarlos para una absorción óptima de la luz solar.
Mantenimiento difícil: limpiar y mantener paneles en la azotea puede ser un desafío debido a su ubicación.
Restricciones de espacio: el espacio limitado en el techo puede restringir la cantidad de paneles que puede instalar, y la forma del techo puede complicar aún más la instalación, la colocación de ventilación y la seguridad contra incendios.
Temperaturas más altas: los paneles solares en los tejados pueden calentarse, lo que puede reducir su eficiencia y producción general de energía.
Paneles solares montados en el suelo se instalan en un marco o soporte directamente en el suelo, generalmente en un área abierta y soleada lejos de obstrucciones como árboles o edificios. Esta es una buena opción si le falta suficiente espacio en el techo o desea un acceso más fácil a los paneles para el mantenimiento.
Posicionamiento de panel personalizable: los sistemas montados en el suelo le permiten ajustar el ángulo y la dirección de los paneles para maximizar la exposición al sol, particularmente útil si su techo no enfrenta la dirección ideal (generalmente al sur).
Instalación y mantenimiento fácil: no hay estructuras de techo para trabajar, y el mantenimiento es más simple ya que los paneles son fácilmente accesibles.
Mejor ventilación: con más espacio alrededor de los paneles, los sistemas montados en el suelo se benefician de la circulación de aire mejorada, lo que ayuda a evitar el sobrecalentamiento.
Expansión futura: los sistemas montados en el suelo son más fáciles de expandir a medida que sus necesidades energéticas crecen, a diferencia de los sistemas de la azotea, que están limitados por el espacio de techo disponible.
Sin daños en el techo: las instalaciones en el suelo eliminan el riesgo de dañar el techo o tener que reinstalar paneles cuando las reparaciones del techo son necesarias.
Paneles solares bifaciales: los sistemas de tierra pueden acomodar paneles bifaciales (que capturan la luz solar en ambos lados), lo que puede no ser factible para las configuraciones de la azotea.
Opciones de uso múltiple: puede instalar paneles montados en el suelo en estructuras como cocheras, cobertizos o pérgolas, optimizando tanto la generación de energía como el uso del espacio.
Mayor costo inicial: los sistemas montados en el suelo tienden a ser más caros por adelantado debido a los costos adicionales de trinchera, trabajo de base y materiales de encuadre. Sin embargo, estos costos pueden compensarse con menores costos de mantenimiento y la conveniencia de la expansión futura del sistema.
Riesgos de seguridad: los sistemas montados en el suelo están más expuestos al robo, el vandalismo o el daño climático porque a menudo se instalan en espacios al aire libre visibles.
Uso del espacio: las instalaciones de tierra ocupan tierra, lo que puede afectar el uso de la tierra, especialmente en áreas con espacio limitado.